Lugares emblemáticos en Monterrey

Pasear por algunas de las calles más reconocibles de la ciudad es una forma estupenda de conocer el casco histórico. Monterrey cuenta con un sinfín de atracciones y lugares que deberías explorar con sus amigos a lo largo de la ruta. Aprovecha la oportunidad para publicar algunas fotos de este maravilloso lugar en las redes sociales.

Le aconsejamos que empieces por el centro de la ciudad. Tome un taxi desde la Central de Autobuses de Monterrey y diríjase hacia el noreste. Podrá experimentar un poco de la cultura mexicana en el encantador Barrio Antiguo. En el centro de esta zona se encuentra la Gran Plaza, también conocida como Macroplaza, la plaza más importante de la ciudad.

Consiste en una serie de pequeñas plazas y jardines rodeados de estructuras históricas, estatuas y monumentos. Pasee por la zona, contemple los espectáculos urbanos, deténgase en uno de los puestos a comer algo y compre artesanía a los numerosos vendedores que hay. Disfrute de las especialidades locales y ceda a la tentación en sus cafés.

La biblioteca pública, varios monumentos en honor a héroes mexicanos y el neoclásico Palacio de Gobierno se encuentran en esta plaza, lo que la convierte en otra de las visitas obligadas de Monterrey. Cuenta con un faro de 60 metros de altura. Al anochecer se enciende un láser verde que apunta hacia el cielo y añade un toque distintivo y vibrante a la plaza.

Puede elegir entre varios museos de la ciudad, muchos de ellos situados en el Barrio Antiguo. En primer lugar, el Museo de Historia Mexicana se encuentra al norte de la Macroplaza. En él podrá profundizar en la cultura mexicana a lo largo de la historia, incluidas las civilizaciones maya y azteca.

Al sur de la Gran Plaza se encuentra el llamativo Museo Metropolitano de Monterrey. Aunque es modesto, saldrá de allí sabiendo más sobre la historia de la nación.

El Museo de Arte Contemporáneo es otra alternativa cultural situada en el recinto. Allí el tiempo pasa rápido, como un verdadero tesoro. Más de un centenar de pinturas, esculturas, instalaciones y otras obras de arte de reconocidos artistas, la mayoría mexicanos y latinoamericanos, componen la colección permanente del museo. Además, es un verdadero placer visual gracias a las exposiciones temporales.

Visitar el río Santa Catarina, en Monterrey, es otra de las cosas que puedes hacer. Recuerda que el agua corre por debajo de la superficie y el fondo del río está seco todo el año.

Por lo tanto, si viene desde la CDMX y desea descubrir esta maravillosa ciudad, no pierda la oportunidad. Compre su boleto de autobús desde la Central de Autobuses del Poniente con destino a Monterrey y viva una experiencia inolvidable llena de historia, cultura y sabor.

Historia de la gastronomía en Nuevo León

Nuevo León es el mejor lugar para degustar deliciosas comidas. Entre las diversas influencias que han realzado el paisaje culinario de la región se encuentran las de los grupos judío, español y tlaxcalteca.

A falta de cordero, los judíos españoles que se asentaron en las zonas neolonesas sustituyeron el cabrito en sus recetas. El conocido «machito», plato cocinado con tripas de cabrito muy apreciado en Monterrey, es descendiente del zarajo de Castilla.

La otra piedra angular de la cocina de Nuevo León, la carne seca o machacado de res, se considera de influencia indígena. La semita, un delicioso pan dulce con nueces, también se atribuye a orígenes sefardíes.

Según algunos expertos, los tlaxcaltecas tuvieron que ingeniárselas para conservar la carne una vez que llegaron a estas zonas debido a la dureza de las temperaturas y a la escasez de suelo.

La falta de recursos prácticos les llevó a descubrir una forma menos abrasadora de conservar la carne: secarla al sol. Esta resultó ser una excelente manera de conservar la carne, que muchos años después se convirtió en el delicioso machacado, que es un plato que disfrutan tanto los lugareños como los visitantes para el desayuno, el almuerzo o la cena y que se puede comer con huevos o guisado en un suculento atropellado.

Fuera de Nuevo León, el cabrito es sin duda el platillo más conocido. Se consume popularmente al pastor, y los entendidos afirman que la clave de este plato es el propio cabrito, que debe ser un animal delicado que no tenga más de 40 días y que sólo se haya alimentado de leche materna. Tras dos horas de cuidadosa y lenta cocción a fuego abierto sobre leña de mezquite, la cría se sirve con frijoles charros, que son judías con carne de cerdo, tocino, chile serrano y cilantro. Sin embargo, si se añade cerveza a los frijoles, el plato se denomina «borrachos» en lugar de «charros». Las otras dos formas en que se prepara el cabrito en el noreste son en salsa o en sangre.

A los habitantes de Monterrey les encantan las agujas asadas, la carne zaraza, que son tiras de lomo servidas con guacamole, y la arrachera, un corte de carne originario de Nuevo León, además del cabrito y el machacado.

Según una encuesta, el mayor consumo per cápita de carne a la parrilla se registra en Monterrey. Sin embargo, este pasatiempo carnívoro va más allá del sabor. El elemento fundamental que une a familias y amigos es compartir un corte de carne de calidad; siempre es perfecto si se marina con un par de excelentes cervezas locales.

Y ya que entramos en el terreno de los costos, no podemos dejar de probar las especialidades adicionales que adoran los comensales de Nuevo León: el asado de puerco con chile colorado y un abundante puchero. Otra opción es la acostumbrada carne zaraza del municipio de Montemorelos.

Esta localidad del sur del estado, una de las mayores productoras de patatas del país, es cuna de las papitas de «la sierra», también conocidas como papitas de Galeana. Sin embargo, esta papa en particular se distingue por ser pequeña y tener un sabor distintivo que, guisada en salsa de chile rojo, va muy bien con la carne asada de la tarde.